Estoy en crisis conmigo misma,
en crisis contigo.
Pensé que me quemaría el roce de tus dedos,
que me escocería tu saliva en las heridas que abriste tiempo atrás.
Y bueno,
es cierto que no me equivoqué,
que quemas,
que escueces,
que rompes
y destruyes.
Es cierto que te echo de menos,
aunque lo realmente cierto es que siempre lo hice.
Nunca dejé de pensarte conmigo,
de pensarnos en pluscuamperfecto.
Incluso antes de conocerte
me arriesgaba a deslizarme por tu sonrisa,
incluso antes de descubrir tu sonrisa
me atreví a dormir en tus párpados.
Siempre fuiste el perfecto de mi verbo estar,
el estar de mi modo perfecto.
Siempre fuiste la perfección,
esa que dicen que no existe
y que yo encontré en tus gestos.
¿existes?
¿has existido en algún momento?
Eres la atracción preferida del cualquier parque temático,
esa no apta para personas cardíacas.
Esa que provoca adrenalina de los pies a la cabeza,
pasando por la columna vertebral
y provocando entumecimiento general
en cualquier rincón óseo de mi cuerpo.
Eres la sístole de mi diástole.
La bola de chocolate
del cualquier cucurucho de verano.
Siempre quedará la duda,
ese '¿y si...?' que me come por dentro
y me sonríe por fuera.
Encantada de ser poeta,
y un placer tenerte como musa.
Un texto precioso!
ResponderEliminarPásate por mi blog si te apetece. http://melancolia.yzi.me (aunque yo solo soy un intento comparado con alguien tan buena como tú! sigue con esas poesías preciosas!)
Muchísimas gracias, prometo que cuando me meta al pc me pasaré por tu blog, seguro que hay cosas interesantes en él.
ResponderEliminar