jueves, 28 de abril de 2016

La isla verde.

                       "It's like you've never been away."

He vuelto al lugar en el que un día fui feliz, he desafiado a aquél que dijo "nunca debes volver al lugar en el que fuiste feliz"  y he vuelto.

He vuelto al lugar en el que sonreír era una historia rutinaria, al lugar en el que me enamoré teniendo tan sólo dos años, al que llamé casa y al que siempre seguiré llamando casa, al lugar que me abrió los brazos y con sus manos color verde, me acarició tan tan suave el corazón, que olvidé el dolor que sentía antes de partir.

He vuelto al lugar que me enseñó que vivir es cosa de uno mismo, que nadie más que tú va a quererte bien, que la familia no depende tan sólo de compartir la misma sangre, si no de tener la complicidad suficiente como para que todos piensen que la compartís.

He vuelto al lugar que me hizo comprender que dejarse a la suerte de dos niños que apenas saben hablar es lo más parecido a jugar a la lotería que he hecho hasta el momento, y comprendí que tu felicidad puede depender de la de otros y que no pasa absolutamente nada si sabes exactamente cómo hacerles sonreír a carcajada vida.

He vuelto a jugarme la cara al sol que amenaza cada dos minutos con llover, que amenaza con robarme la sonrisa y frustrado, llora y grita por su constante derrota.

He vuelto a llamar casa a estar perdida en la nada sin la compañía de nadie pero con el calor de todos y cada uno de los que quiero tan fuerte que cuando me alejo, sólo siento frío y ganas de tiritar.

He vuelto al lugar en el que un día fui feliz, he vuelto y he dicho 'adiós' otra vez, he desafiado a aquél que dijo "nunca debes volver al lugar en el que fuiste feliz"  y he vuelto. He vuelto y he sido doblemente feliz, por mí y por aquél que no supo valorar que al lugar que te hizo feliz es al único lugar al que debes volver.