Que alguien venga a darme amor
en esta noche fría
que se me han decosido
tus roturas
y las ganas brillan por su ausencia.
Hemos entrado en una crisis mundial
de corazones
y estamos en déficit
con las ilusiones.
Sólo vengo a decirte
que ya has hecho demasiado daño
y la broma de echar alcohol en las heridas
debe de finalizar;
-ahora-
Sólo vengo a decirte
que ya está bien de ataques de miocardio,
mi sístole ya no lleva tu nombre
y mi diástole ha procreado en soledad.
Sólo vengo a decirte
que mis dedos ya no buscan tus manos
-ni tus huecos-
y mis yemas emigran a otro cuerpo
para delirar en escalofríos diferentes.
Sólo vengo a decirte
que mi sol ha salido esta mañana
saludándome desde el norte
y sin forma de sonrisa, ni mirada
-más bien era esperanza-
tenía una nube de almohada
con forma de cómete el mundo
y que no sea en sus caderas.
Sólo vengo a decirte
que mis viernes se cubren de nostalgia
desde que no estás,
y mis domingos han cobrado sentido
desde que te tengo.
Que no es que me contradiga
es que no te entiendo.
Sólo vengo a decirte
que he pasado página
en el mundo de tus recuerdos,
y ahora ella está en blanco
y yo tengo que pintarla.
Sólo vengo a decirte
que se acabaron los tonos negros
que a partir de ahora todo es verde
que a vuelto la esperanza.
Sólo vengo a decirte
que he acabado con la sal en mi vida
que ahora mis lágrimas se bañan en azúcar
y mis sonrisas se emborrachan
de ron con cola.
Sólo vengo a decirte
que ya no tengo que decirte nada
y que un adiós
quizá sea demasiado
-al menos para ti-
Con esto no te estoy poniendo fin
ni tan siquiera dándote un comienzo
sólo vengo a decirte
que te dejes ya de grietas
que estoy cansada de mentiras
-y de ti-
Adieu chère.
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