domingo, 28 de septiembre de 2014

La culpa es mía.

Lo malo de la distancia 
es que nos tiene a nosotras
y lo malo de no reconocerte
es que te echo de menos.

No pienso en ti todos los días 
pero cuando pienso en ti
es como si lo hiciese por hoy
y por los siguientes quince años,
por los daños que has recibido
y que has asumido
cuando yo me he manchado de culpa
sin ni tan siquiera tocarla.

Que ahora sé a ciencia tuya
que la culpa es mía 
pero que la compartimos cuando tus dedos
y los míos
conocen
mundos
escondidos.

Y quiero toda la culpa
quiero tenerla entera
porque asumir que si no hubiera sido por ti
no estaría aquí,
es la única manera de decir
que si no me hubieras besado
seguiría queriendo olvidar.

Tu culpa
es la culpa del héroe
que canta victoria 
mucho antes de abrirse de piernas,
que se abre de piernas
mucho antes de volverse loca
y que se vuelve loca 
mucho antes de querer
porque de eso no tiene ni puta idea,
ni espero que la tenga.

Por eso quiero que seas mi culpa
porque quiero asumirte
beberte
llorarte
culparte
quererte
follarte
tocarte
mirarte
pero sobre todo,
quiero tenerte
quiero poder conjugarte.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Tóxica.

Formas parte de mi intimidad,
de las cosas que no diría por el placer de callar,
porque el tiempo no es oro 
pero sí tú,
y quizá te estés acabando 
sólo para seguir esperando a que pase
a que ocurra,
a que llegue el momento exacto,
el instante preciso de decir:
estoy completamente loca
y es por ti.
Porque te he mentido,
no todo pasa
pero sí todo llega.
Así que ya ves
nos llegaremos a tocar
el corazón 
-las bragas-
y viceversa.
Nos llegaremos.
Me llegarás.
Y quizá pases,
sí, 
como esas estúpidas modas de otoño,
pero estoy segura de que si pasas
es conmigo,
porque a estas alturas
tengo vértigo a tus zapatos
que postergan la huida,
que se clavan firmes en el suelo
y me besan todas las gilipolleces
que pasan por esta estúpida cabeza.
Porque cada vez que lo haces,
cada vez que hundes tu lengua
en mis dientes,
tus dientes
en mis labios,
ocurre
y llega el momento 
en el que me entran ganas de decir:
estoy completamente loca 
y es por ti.

Pero mejor me callo,
te beso
y seguimos caminando
como si nada de ésto
estuviera pasando.