martes, 20 de agosto de 2013

Una cantidad de tonterías sólo por echarte de menos.

Te tengo más claro
y más lejos que nunca.

He aprendido que la distancia
no se mide en kilómetros,
se mide en impulsos al pensarte,
en las veces al día que sería capaz de decir
te
echo
de
menos.

Ven.

Sentirte no es más que un simulacro
de vivirte,
y la vida no es más que una paradoja.

Sobre querer o huir
he aprendido a plantarnos cara,
y a huir tan sólo del miedo.
De ti ya no.

Entre quererme y olvidarte
he pensado que mejor discrepo,
que ya te quiero a ti
y me olvido de mí.

He llegado a descubrir
que los otros labios son vulgares salidas de emergencia:
usar
sólo
en
caso
de
incendio.
Afortunadamente
no me estoy quemando,
me estás salvando.

Y de golpe he comprendido
eso de que los sofás son para vivir a medias
para follar sin treguas,
te dejo mi lado del sofá.
Quédate a vivir.

Un atardecer sin tus manos
carece de sentido,
es como un gato sin botas
que corre y no te alcanza.

Todo ésto no son más que tonterías
para intentar explicarte
que estoy echándote de menos
por ti
y por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario