Nunca asemejes algo tan frágil como la lluvia a alguien,
que luego nos dedicamos a echar de menos
y eso nunca puede estar bien.
No tenemos bastante con que las nubes lloren sobre mojado,
que también el corazón se desborda
y los tobillos se quedan atónitos
por el barrizal de recuerdos
que le impide dar un paso más.
Que un paso más
significa un paso menos,
que menos por menos es más,
que más por más es menos;
total que al final te echo de menos
y la acabamos jodiendo.
¿Y si resulta que recordar es tan sólo un paso más para el olvido?
Si es así entonces prepárate,
porque después de ésta no voy a acordarme ni de tu nombre,
que ya me había acostumbrado a la sequía
y aunque el suelo a veces queme, lo prefiero.
No sabes hasta qué punto aturde tu recuerdo.
Y es que imagínate,
que en medio de tanta lluvia te estoy olvidando
y no te estás dando cuenta,
y por supuesto, yo tampoco.
Ya nunca más seré esa niña
que llora por dentro mientras finge ser mayor,
ya nunca más verás,
como en mitad de tanto charco,
me acerco a darte un beso.
Que cuando besas los corazones también lloran,
y el mío está seco por falta de sentimientos.
Ya ves, lo exprimiste tanto
que ahora a ver quién es el listo que se propone llenarlo.
Aunque, para qué mentirte,
poco a poco lo están haciendo.
Creía que eras lo mejor,
y no,
hay personas mucho más valientes que tú.
Y no veas qué cobarde me vuelvo ante ellas.
Quizá sea por aquéllo que me dijo mi madre,
y es que desde que te fuiste
el amor no es lo mismo.
Parece que va a llover, ¿no?
Qué coño,
está cayendo una de la hostia,
estás jodiendo de lo lindo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario