lunes, 8 de abril de 2013

Follar fue la excusa para hacer el amor.

Lo que tú no sabes,
es que te he buscado en cada esquina y he escrito notas con tu nombre para así sentir que estabas más cerca.

Que me pasaría la vida buscándote sin que tú lo supieras,
y al encontrarte, haría un camino con tus besos para así no volver a perderte nunca.

Cuando me pertenezcas te diré,
que te he espiado hasta las rimas
y te he besado en cada coma.

Que cada punto y seguido sólo era una esperanza más para encontrarte, y que hicimos desaparecer ese temido punto y final para hacerlo eterno.

Y es que, yo sólo soy conmigo y tú sólo eres contigo,
pero joder,
podemos cambiarnos los papeles en cualquier momento.

Que creo que esta vez merece la pena,
y sería capaz de tragarme todo mi orgullo por la sonrisa que dibuja tu mirada.

No sabes la adrelania que siento cuando pienso en vivir bajo tus párpados
y hacer de tus pestañas el más cuidado de todos los columpios.

Porque me gusta pensar,
que tengo la certeza de tener tus manos sujetándome si me precipito hacia el vacío de tus caderas.

Y no sé, jugar a ser legaña cada mañana
y ver como las yemas de tus dedos me arrastran hasta deshacerse de mí.

Que bueno, al fin y al cabo esa es tu especialidad.

Me atrevería a decir que estás enamorada de mí,
el problema es que tú aún no lo sabes
y eso complica un poco la situación.

Pero ya sabes que todos cometemos actos involuntarios,
y joder tenías que ver los agujeros oscuros
que se dilatan en tu mirada
cuando me tienes delante.

Me gusta pensar que piensas en mí aunque sé, que esa siempre será la utopía que reine en mi vida.

Porque ya lo he dicho antes
y tú sólo eres contigo
pero creeme,
eso es una gran putada.

Sería precioso despertar haciendo un inciso sobre tu pelvis
y tocar las estrellas en una mañana soleada.

Y es que ese es el puto problema,
que hicimos el amor follando,
y desde entonces
no sé como deshacerlo.

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