sábado, 9 de noviembre de 2013

Estoy hablando de encontrarle y que no sea a ti.

Lo que más echo de menos del amor es decir 'a la hora de siempre en el sitio de siempre'.  Y por supuesto, con la persona de siempre.

Lo cierto es que estoy un poco harta de ir de corazón en corazón clavando mi bandera, porque perdonadme y no os ofendáis, pero no valéis ni para tomar por culo.

Esta mañana me he despertado y ya no recordaba el olor de tu pelo ni el tacto de tus manos, y me he dado cuenta de que el amor está jodidamente deteriorado, así que he bajado a comprar tiritas a ver si arreglo este destrozo.

Mientras, tú sigue deshaciéndote en mil camas, que no sé en cuántas bocas más tienes que buscarme para darte cuenta de que no hay quién te salve.

Pero yo seguiré buscándole, dejaré que comience a latir justo delante de mis ojos y entonces, después del último beso le diré:
te veo mañana, amor, en el sitio de siempre a la hora de siempre.

Y tomaré rumbo a mi casa, que es contradictorio porque estará en su pecho, pero cada tres pasos me giraré a mirarle para asegurarme de que esta vez, sí es real.

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